Por ti lo haría mil veces
“Me convertí en lo que soy a los doce años. Era un frío y encapotado día de invierno de 1975. Recuerdo el momento exacto: estaba agazapado detrás de una pared de adobe desmoronada, observando a hurtadillas el callejón próximo al riachuelo helado”.
Este párrafo inicial del libro encierra el nudo de la trama ya que el protagonista mira escondido cómo su amigo del alma, con quien tiene un pacto de sangre, es agredido y humillado por una pandilla de la ciudad, sin poder reaccionar, sintiéndose cobarde y desleal.
Este es un secreto con el que cargará toda su vida, ya que su amigo fue violentado, y soportó valientemente las agresiones, en represalia por haberlo defendido a él, en otra oportunidad.
Este relato maravillosamente escrito, con un lenguaje rico en metáforas, muestra las vicisitudes, encuentros y desencuentros, lealtades y traiciones de la amistad entre dos varones afganos.
Dicha relación ya tenía una historia previa, donde los padres de Amir y Hassan, los protagonistas, eran amigos a pesar de ser de clases sociales diferentes, aspecto importante en la tradición afgana.
Este vínculo que llevaba al hazara [1] Hassan a decir a su amigo Amir, ante cualquier pedido de ayuda: “por ti lo haría mil veces más”, poniendo en juego su vida, de ser necesario, es una metáfora de la historia y la cultura afganas.
Afganistán, dominada y sometida por los talibanes y por los rusos, en diferentes momentos, muestra un escenario impactante de guerras fratricidas -como la lucha entre hermanos que está latente en el relato-, guerra de la que intenta resurgir para respirar un poco de libertad, tal como el protagonista, intenta respirar-reparar su culpa.
Alianza, traición, culpa, reparación, son diferentes estadíos de esta historia de amistad masculina, que marca a los protagonistas de por vida y deja un sabor doloroso y de intensa afectividad, siendo un relato vital y colorido por los códigos culturales de este país de tradición milenaria.
Así como la competencia de cometas, que da título al libro, pone en juego el honor, el orgullo y la hombría, como un ritual de iniciación de la masculinidad y poder ser reconocido por el padre, sobrevuelan en el libro la lucha del pueblo afgano, para salir del sometimiento a los diferentes amos y recuperar algo de su dignidad humana.
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