LIBROS
OTROS ARTÍCULOS
Unamuno: Obrero del pensamiento. Estudio preliminar y antología poética
De Marta B. Ferrari


Pelicónicas. Miradas desde el Film del Mundo
Cátedra Salomone. Diseño gráfico. Universidad de Buenos Aires.

Por Yago Franco

 
 
 
Giverny. De Rita Kratsman.
Mixtión
De Luis Bacigalupo
Ediciones el jardín de las delicias .Bs.As. 2014. 114 pp.
Por Leónidas Lamborghini
 
 

Una de las cosas que he de agradecerle a la vida es haber leído Mixtión. Luis Bacigalupo intenta una nueva belleza con los restos de la antigua. En ese quicio introduce la risa del horror, vía la mezcla, el remedo, la parodia, manejándose, mientras tanto, con la exquisitez del más consumado orfebre lírico entre arrebatos elegíacos y místicos, improperios, blasfemias y alabanzas, entre ternuras y crueldades. Así logra líneas y momentos tan admirables como reveladores, de inquietante esplendor, que redimen el cliché al par que lo destruyen transformándolo. ¿Puede hacerse más?

“No hay nada más consistente que esta risa/ (...) Risa que quiebra el tridente infausto/ de un dios de obcecado estigma”.

Bacigalupo ve lo trágico desde lo cómico de nuestra condición; lo cómico que es, al fin y al cabo, lo verdaderamente trágico de la tribu humana.

Dice: “escribir es torcer la locura algo.../ algo más allá de muerte alguna”. Torcer, retorcer. Un arte de navegar a la deriva y sin timón. ¿Nos han dejado otra chance a aquellos que todavía flotamos en medio del naufragio en nuestra pequeña “urna cineraria”? Torcer, retorcer. Quizá así, quizás así. Devolver la distorsión multiplicada mientras sigue el simulacro. Bacigalupo levanta visiones como estas en un mundo como este. Un mundo, una época que se ha acostumbrado quizás demasiado a llamar verdad a la mentira, al error; goce al suplicio; triunfo al más estruendoso de los fracasos. (Pero) “Algo palpitaba. / Entre el polvo, la tierra y el oro la oscuridad/ no cesaba de nacer”. Se trata de esa “risa consistente” a través de la cual todo se haría para nosotros, aun para nuestras lágrimas, más consistente. En todo caso la risa de Mixtión no  dejará de ahondar más y más su marca en la poesía argentina contemporánea.

 
Compartir
subir