Nacido bajo el signo de Saturno, como alguna vez afirmó el propio Walter Benjamin, la melancolía lo persiguió a lo largo de su vida.
Estudió filosofía en Berlín, Friburgo y Munich. En 1915 conoció a Gershom Scholem, quien sería fundamental en su vida, por su amistad y por introducirlo en la mística judía.
En 1917 contrajo matrimonio con Dora Kellner (1890-1964), luego conoció a Ernst Bloch, otro pilar fundamental en su biografía intelectual. Intentó, de un modo fallido, el acceso a la vida académica.
En 1924 y en Capri, a Asja Lacis; el gran amor de su vida.
En 1925 presentó el estudio Origen del Trauerspiel alemán para su Habilitationsschrift. La solicitud fue rechazada pero el libro se publicó tres años más tarde. La tesis no sólo condensa las intuiciones fundamentales de su obra temprana –como la filosofía del lenguaje y de la historia– sino que anticipa desarrollos posteriores, más tarde abordados desde una perspectiva materialista.
En 1933 y con el triunfo electoral de Hitler, abandonó definitivamente Alemania. Pasó por Italia y Dinamarca hasta establecerse definitivamente en París. Allí escribió y publicó, en 1936, La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica.
Hasta sus últimos días trabajó en el Passagenwerk, cuyos folios legó a su amigo Georges Bataille, cuando comenzó la huida de Francia.
Desesperado y cansado de huir, el 27 de septiembre de 1926 se suicidó en el pueblo fronterizo de Portbou. Había nacido en Berlín, un 15 de julio de 1892.
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