La violencia interminable
Este libro de la autora es el segundo título de una saga de seis libros que se llama Episodios de una guerra interminable, sobre los estragos de la guerra civil española, siendo este el segundo de los tres libros ya publicados en nuestro país.
Es interesante el adjetivo de interminable porque se refiere a la continuación de la guerra civil que concluye en 1939, con la dictadura de Francisco Franco que duró hasta su muerte el 20 de noviembre de 1975, dejando una estela de muchas muertes y exilios forzados, que repercutieron en América y otros países de Europa.
El texto que nos convoca se llama El lector de Julio Verne, y es un relato conmovedor, especialmente sentido dado que el protagonista es un niño de 9 años.
Protagonista en el sentido etimológico de la palabra ya que el término significa el que agoniza en la escena, cosa que se adecua en cierto modo, a lo que va viviendo Nino, en un pequeño pueblo de Andalucía.
La lucha entre las dos Españas, la franquista y la republicana, está encarnada en este niño, hijo de un guardia civil que vive en la casa cuartel y tiene amigos que le abren los ojos a otras realidades, descubriendo la libertad de pensamiento y la posibilidad de leer lo que desee, entre otras cosas.
Así puede entender y aprehender por sí mismo la realidad que le muestran sus amigos, que viven en las afueras del pueblo, en las montañas, mientras se va enterando que aquellos que admira y le hacen descubrir nuevos mundos, especialmente Pepe el portugués, son los llamados rojos.
Asimismo aparece un juego de travestismos ideológicos, ya que hay guardias civiles que son republicanos y tienen el corazón en la resistencia a Franco y deben ocultarlo para salvar su vida y la de su familia y espías o delatores franquistas camuflados en medio de los rojos.
Nino va creciendo en esta dualidad, metido entre silencios, mentiras y simulaciones, que producen estos dos mundos en colisión, mostrando la descarnada violencia de la guerra, con persecuciones, delaciones y matanzas, hasta que puede elegir y no sin sufrimiento.
Lo que no se puede nombrar, el miedo que se agazapa y con el que se levantan y se acuestan los que padecen la violencia de esta guerra, es otro protagonista o tal vez el verdadero de esta novela, que están representados en el niño, asustado y dividido como la misma España.
Algo que ilustra el clima de este libro intenso, apasionante y amenamente escrito, y que podemos pensar que atraviesa toda la saga, es lo que dice Antonio Machado en este poema:
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Y esto le pasa a Nino, mientras va creciendo y descubriendo las verdades calladas, veladas, susurradas, que calan en su subjetividad hasta los huesos y le hielan el corazón.
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