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Narcisismo del psicoterapeuta
Primera parte (*)
Por Mario Buchbinder
mario@buchbinder.com.ar
 

…cualquier cacatúa
sueña con la pinta de Carlos Gardel.
Celedonio Flores

Ninguna aventura, ningún deseo donde el hombre ha intentado vencer una resistencia, ha dejado de partir de una semejanza y de una imagen; él siempre se ha sentido como un cuerpo que se sabe imagen, pues el cuerpo al tomarse a sí mismo como cuerpo, verifica tomar posesión de una imagen. Y la imagen al verse y reconstruirse como imagen crea una sustancia poética, como una huella o una estela que se cierran con la dureza de un material extremadamente cohesivo. Pues solamente de la traición a una imagen es de lo que se nos puede pedir cuenta y rendimiento. Todo lo que el hombre testifica lo hace en cuanto imagen y el mismo testimonio corporal se ve obligado a irse al pozo donde la imagen despereza soltando sus larvas. Y la escisión de semejanza e imagen presupondría un cuerpo bordeado como un ejercicio en sus límites imposibles.

Lezama Lima


Sinopsis


Describo el narcisismo del psicoterapeuta y del psicoanalista y lo hago extensivo al del profesional. Explicito algunas problemáticas clínicas, conflictos básicos y menciono modalidades para su tratamiento.

Incluyo conceptos sobre el narcisismo y lo relaciono con esquemas básicos de la poética de la cura. (1)

El escritor se ve tentado a quedarse atrapado en la imagen del lago o percibir en esta el fluir de los otros. ¿Podrá hacer el bucle de que mientras se mira a sí mismo mirar también la de aquellos? Esta oscilación es lo que pervive por sobre la infinita muerte de Narciso.

Este trabajo tiene en sus antecedentes elaboraciones realizadas sobre la identidad del profesional y publicados en la revista Temas de Psicología Social y en “Poética del desenmascaramiento” (ver bibliografía).


Narcisismo del psicoterapeuta (2)


En estas líneas destacamos el narcisismo trófico y de vida, se trata de fortalecerlo. Se presenta junto al narcisismo de muerte que se trata de deconstruir. Es imprescindible tener en cuenta tanto uno como otro.

El concepto de narcisismo deriva de Narciso, personaje mitológico, que enamorado de su propia imagen muere frente al espejo de las aguas del lago donde se refleja su propia imagen.

Hay un aspecto trófico del narcisismo en la medida en que su función consiste en mantener la cohesión estructural, la corporalidad, la estabilidad, la colaboración afectiva, positiva de la representación de sí. El narcisismo de muerte se relaciona con aspectos destructivos tanto del mundo externo (figuras parentales y/o institucionales) como del interno (las mismas u otras figuras que siguen actuando como personajes y objetos internos.

El narcisismo no está aislado en la estructura psíquica sino está relacionado con el autoerotismo y el Edipo, entre otros aspectos.


Siete cuestiones del narcisismo del psicoterapeuta


Enumero y trato de precisar siete cuestiones del narcisismo en relación a los temas de los que me ocupo en este trabajo. Cada una de estas cuestiones están relacionadas con las otras, no obstante se las diferencia para poder subrayar aspectos en cada una.


Primera cuestión: Relación entre el saber y el no saber.

Segunda cuestión: Encierro sobre sí mismo sin poder percibir al otro.

Tercera cuestión: Interpretación del otro desde el propio mito y fantasía.

Cuarta cuestión: Alojado en una moral que lleva a ubicarse en el padre o la madre buena e impide construir una ética.

Quinta cuestión: Cómo diferenciar el amor sublimado hacia el otro con el amor narcisista.

Sexta cuestión: Aspectos positivos y negativos del narcisismo.

Séptima cuestión: Valor terapéutico del nuevo acto psíquico.

Primera cuestión. Relación entre el saber y el no saber


El no saber no es una ignorancia sino un difícil acto de superación del conocimiento.


Bachelard

El que lo sabe todo no le da posibilidad al otro para expandir su propio saber.

Una vulgata en tono de humor hace presente un modo de intervención del psicoterapeuta: “Lo que a Ud. le sucede…” Él sabe por encima del consultante.

Esto es lo que había respondido, Juana una psicoterapeuta, en un momento de su vida profesional. En otra época utilizó el interrogativo: ¿en qué sentido actuaste de ese modo?

No es infrecuente que la pregunta salve de atribuirse el saber y el poder.

La estructura del otro, sus ideologías y sus teorías tienen un saber implícito que es importante poder escuchar por sobre las propias teorías.

Correrse del saber implica conectarse con el no saber y poder encontrarlo en las construcciones ficcionales del otro.

Cuando hay conflictos en el psicoterapeuta acerca de su narcisismo está obstaculizado en su función.

La problemática del otro en la psicoterapia es clave, si ésta se ve reducida a la identificación con el otro, la cura es imposible.

Como siempre en lo humano: lo energético, la pulsión, están envueltas o envuelven las cadenas de significación. De esta manera el otro puede quedar obstaculizado y teñido por la significación, las fantasías y los contenidos del terapeuta.

Se trata de poder generar un entrelazado entre el campo imaginario del paciente y del terapeuta. Transferencia desde Freud y Tele desde Moreno y Winnicott.

Estoy hablando en términos de un individuo. ¿Podría relacionarse el psicoterapeuta en su práctica a un grupo, una comunidad, un grupo numeroso, una familia?


Segunda cuestión: El encierro sobre sí mismo sin poder percibir al otro.


En uno de los films de Woody Allen la psicoterapeuta está en una sesión con el paciente que está acostado en el diván, sale del consultorio para pelear con su marido porque éste sedujo a una paciente de ella. La psicoanalista le grita al marido (esto es escuchado por el paciente desde el consultorio), vuelve a la sesión, y cuando vuelve trata de tener la postura o la impostura del psicoanalista, dice: −continuemos, continúa dos o tres frases y ella le dice: −espere un momento, sale nuevamente vuelve a pelear y así sucesivamente. Este es uno de los modos en que hay una situación dramática alrededor del encierro sobre sí misma, sin poder percibir al otro; la psicoanalista está tan enojada con el marido, representado por Woody Allen que no puede escuchar al paciente. Esto sucede a veces con esa intensidad y dramatismo, y en otras con menor intensidad.

Menciono ahora otro film, de Nanni Moretti, llamado “Mi madre”. La protagonista es una directora de cine que está filmando el cierre de una fábrica y el conflicto con el personal. Mientras van ocurriendo las escenas del film, se la ve atrapada imaginariamente por la relación con su madre que está enferma en camino a la muerte y se pierde totalmente en su función como directora de la escena del film. La intensidad del imaginario de la directora de cine, le impide concentrarse en la película. De un modo homólogo, puede suceder que el imaginario del psicoanalista o del psicoterapeuta, o del profesional en general, puede ser tan intenso que no puede encontrarse y resonar con el imaginario del paciente.

En qué medida esa actitud no expresa el derivar del imaginario de la directora – psicoanalista, sobre las intensidades por un lado de la muerte de la madre y por el otro aquello que representa en el film que es la destrucción de una organización que no muere de muerte natural, sino que el protagonista la mata.

En una sesión, una pareja relata que la hija duerme con ellos en la misma habitación, esto los tranquiliza frente a los conflictos que tienen entre sí. El terapeuta les pregunta cómo había sido la infancia de cada uno y la relación con sus propios padres. Cuando el hombre cuenta de los conflictos con su propio padre, el terapeuta se desconcierta y comenta algo descolocado del relato. Al instante se da cuenta que estaba interferido por su propia historia. Sin hacer un sincericidio comenta su “error” que ayuda a hacer presente cuanto la infancia de los adultos, de los padres en relación con sus hijos, está puesto en juego.


Tercera cuestión: Interpretación del otro desde el propio mito y fantasía


Estas son tan intensas que no hay posibilidad de que el imaginario del otro lleve a que el psicoanalista y vuelvo insistir, o el psicoterapeuta, resuene acorde con el mito y la fantasía del paciente.

En una sesión una paciente cuenta el conflicto que tiene con su madre, porque la madre, dice que no la llama por teléfono con suficiente asiduidad. La psicoanalista, entonces, comienza un diálogo imaginario con su propia madre, diciéndole, en ese diálogo interno, por qué es tan injusta, si ellas viven en la misma casa y tiene una buena actitud con ella. Hay un tema sumamente importante, porque es verdad que la psicoanalista está resonando con la temática de la paciente pero queda desviada en su propio conflicto y le resulta difícil dada la proximidad, poder escuchar la particularidad del conflicto del otro. Menciono que uno de los modos que tengo de transformar esta situación es con los conceptos de identificación, distancia y distanciamiento.

Con este último término me refiero a un procedimiento por el cual se puede obtener una distancia adecuada para poder diferenciar, desnaturalizar y hacer evidente la complejidad de una situación, como en esa confusión entre la psicoterapeuta y su madre. Permite revisar obstáculos en el campo imaginario y aperturas en lo simbólico. Tomo el concepto y lo desarrollo a partir de Shklovsky y de Brecht. (Ver Pavis; Marchese)

Hay algo del propio narcisismo, podemos pensar del narcisismo trófico, que no está lo suficientemente elaborado como para diferenciar las particularidades de la propia intimidad de la psicoterapeuta con la intimidad del paciente y cederle el espacio al paciente.


Cuarta cuestión. Alojado en una moral que lleva a ubicarse en el padre o la madre buena e impide construir una ética


No es infrecuente que el psicoterapeuta esté atravesado por una cuestión moral. Por supuesto, que cuando es dependiente del Súperyo se sienta la necesidad de juzgar “positiva” o “negativamente” el conflicto de un paciente, transformándose así en una especie de juez y/o de padre o madre buena o mala.

− No me parece bien que vendas el coche que fuera de tu padre, dice Alberto, el psicoterapeuta. Este pierde la ocasión de investigar que se condensa en el significante “coche”, o en el sintagma en donde está contenido.

Alberto puede no percibir esta desviación hacia un moralismo, impedirle trabajar sobre la problemática del deseo y de la significación y transformarse en alguien con quien se pueda elaborar, sino que, repite algunos de los personajes arcaicos del paciente relacionado con los propios personajes del psicoterapeuta. Por supuesto que aquí nos encontramos con el juego entre lo transferencial y lo contratransferencial. Me refiero a las transferencias del paciente sobre el analista como las transferencias del analista sobre el paciente, las contratransferencias.

La situación clínica explicitada en la segunda cuestión entra también en esta cuarta, que es la transformación del psicoanalista en juez.

No es que sea imposible sugerir al paciente lo que al psicoterapeuta considera adecuado. Pero la insistencia en este recurso puede obstaculizar el trabajo analítico. La psicoterapeuta le insiste al paciente que no debe pelearse con la hermana. En determinadas situaciones puede ser muy provechosa esa sugerencia, pero puede obstaculizar la reflexión, el análisis de las estructuras que la llevan a ese conflicto.


Quinta cuestión: Cómo diferenciar el amor sublimado hacia el otro con el amor narcisista.


En los albores de la historia del psicoanálisis Breuer se siente “acosado” por una paciente que le dice que él la había dejado embarazada y que era el padre de la criatura. Breuer no tolera el análisis de esta situación transferencial, tan intensa de una paciente histérica que imaginaba y sentía estar embarazada. Breuer se acerca a Freud para pedirle que él se ocupe de ella. El creador del psicoanálisis imbuido en las elaboraciones sobre la histeria, interpreta esta situación como un fenómeno de transferencia, elabora las significaciones jugadas con Breuer por parte de la paciente y la imposibilidad de este de seguir elaborando la intensidad de la contratransferencia que él siente en relación a esta paciente. Por supuesto que podría estar relacionado con las fantasías amorosas de Breuer sobre la paciente, con el narcisismo de la fantasía omnipotente y narcisista de ser en algún lugar el padre incestuoso.

Acá hay una cuestión básica que también fue planteada por Freud sobre que el proceso de la cura está especialmente basado en el amor, cuánto ese amor puede correrse del lugar del apasionamiento y transformarse en un amor sublimado dentro del encuadre de la relación terapeuta paciente.


Sexta cuestión: Aspectos positivos y negativos del narcisismo


Los aspectos tróficos o alimentarios del narcisismo que generan la posibilidad de diferenciarse del otro, de poder descansar, meditar, de poder introducirse en el cuidado de sí mismo, como modo al mismo tiempo de cuidar al otro. Acá puedo incluir la situación real pero también metafórica cuando como medida de seguridad, los tripulantes de un avión dicen que en algún momento pueden caer máscaras de oxígeno y señalan que quién está al cuidado de otra persona debe colocarse en primer lugar la máscara para poder estar en buenas condiciones para ayudar al otro. Si uno no tiene el oxígeno, si no tiene el trofismo, las pulsiones de vida adecuadas, es difícil que pueda ayudar al otro. También se relaciona con las dos películas mencionadas, la de Woody Allen y la de Nanni Moretti en que no había un alimento suficientemente bueno para poder elaborar el propio conflicto y entrar en el conflicto del otro.

A veces sucede que el psicoterapeuta se ve subyugado por la vida y por la profesión de un paciente o por los lugares sociales que ocupa y se vanagloria de tener ese paciente; los valores del otro alimentan con proyección y con ilusión de un modo acrítico el narcisismo del terapeuta. Difícilmente podrá ayudar al paciente en cuanto a lo faltante, lo angustiante, los aspectos de castración de la propia vida del otro.


Séptima cuestión: Valor terapéutico del nuevo acto psíquico


Hay que poblar el mundo con ojos, hay que ser
Fieles a la vista, hay que
CREAR PARA VER.
Octavio Paz


Hay un pasaje del autoerotismo donde reina el caos de las pulsiones hasta que se produce un nuevo acto psíquico, como lo define Freud. Lacan lo metaforiza con la fase del espejo donde el niño entre los 6 a 9 meses se reconoce en la imagen, en el espejo de la madre. Ve la unidad en la imagen mientras siente su cuerpo fragmentado. Esa identificación con la imagen, se origina en ese momento pero sigue reconstruyéndose a lo largo de la vida del sujeto.

El psicoterapeuta se reconoce en la imagen del paciente y a la inversa el paciente en la imagen del psicoterapeuta. Ese acto que fue nuevo, al repetirse, es antiguo pero no deja de ser nuevo dado que se sigue regenerando.

Florencia que insiste en que es obesa, construye otra identidad, cuando en la sesión se pone telas, objetos y máscaras, sale en ese momento, de la obesidad. Ahí se produce un nuevo acto psíquico. No lo había podido decir, no había tenido palabras para salir de la trampa narcisista, pero sí lo dice con el cuerpo y esos objetos (esos mordientes para la palabra) ante la mirada del terapeuta. Éste se reconstituye en ese espejo que Florencia construye en ese acto. ¿No se reconstruiría Freud en ese acto? Al ser humano, con una gran frecuencia, le es imprescindible crear para vivir. Es el Nuevo acto psíquico.

Retomo la visión del espejo, a partir de Dolto, en el cual el cuerpo y especialmente el rostro de la madre, se reflejan no solo en lo visual, sino como un espejo omni- reflexivo, una multiplicidad de sensaciones y percepciones que forma parte del vínculo entre el niño y la madre.


Nuevo acto psíquico (NAP). Cuerpo imagen


En el nuevo acto psíquico (NAP) se crea una imagen donde ésta no existía. ¿No será el destino del ser, de toda imagen y del cuerpo?

Si el ser es creación, la imagen se encuentra por delante del no ser. Es la relación cuerpo y alma. No existe el uno sin el otro

Si alguien dice que debe existir un cuerpo para construir una imagen, también es la inversa, que el cuerpo, debe tener en sus entrañas la imagen para poder ser. Lo previo es una masa, no un cuerpo. La imagen es creada por la tensión entre la historia de la cultura, de los padres y de la actualidad.

Cuál es la materialidad entonces. La del cuerpo significante. El cuerpo biológico siempre tiene presencia como enigma. La imagen es lo que antecede al destino. Su deconstrucción es la elaboración.


Narcisismo de las profesiones


¿Por qué cada profesión tiene su propio narcisismo? Como referencio en otros párrafos, éste puede ser alimentario y dar sustento frente a las intensidades de las prácticas. En otras ocasiones el narcisismo se transforma en obstáculo para la creación y la elaboración.

Es que la profesión es una máscara que debe protegerse frente a los interrogantes de lo real. Claro que puede hacerse, y éste es imprescindible, el análisis crítico de ese narcisismo.


Notas


(1) Agradezco por los diálogos sobre Narcisismo a: Valeria Uhart, Sonia Jat, Cristina Pausa, Alicia Dubkin, Hernán Crida, del Seminario Aperturas del Psicoanálisis, del Instituto de la máscara.

(2) En varios párrafos me refiero a psicoterapeutas, psicoanalistas de un modo indistinto y a los profesionales en general.


Bibliografía


Aulagnier, P.: La violencia de la interpretación. Del pictograma al enunciado. Amorrortu, Buenos Aires, 1977

Adorno, T.: Teoría estética. Orbis, Madrid, 1984

Agamben, G.: La potencia del pensamiento. Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2007 . –Infancia e Historia. Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2001

Bachelard, G. La poética del espacio. Fondo de Cultura Económica, D.F. México, 1965

Bleichmar, H. (Febrero, 2018) El balance narcisista, un modelo multidimensional con implicaciones para la elección de foco terapéutico. Aperturas Psicoanalíticas, 57. Recuperado de: http://www.aperturas.org/articulos.php?id=0001003&a=El- balance-narcisista-un-modelo-multidimensional-con-implicaciones-para-la- eleccion-de-foco-terapeutico

Buchbinder, M. J.: Revista Temas de Psicología Social N1 10, Noviembre1989 y en “Poética del desenmascaramiento”; Buchbinder, M. (2008). Poética del Desenmascaramiento. Buenos Aires. Argentina: Letra Viva- Instituto de la Máscara. - (2008). Poética de la Cura. Buenos Aires. Argentina: Letra Viva- Ins- tituto de la Máscara. - (2006)

Dolto F: La imagen inconsciente del cuerpo. Paidós, Bs. As., 1986

Foucault, M.: Hermenéutica del sujeto. Altamira, La Plata, Argentina.

Freud, S.: (a) Esquemas del psicoanálisis. O.C. Amorrortu, Buenos Aires,1979. Vol. IX;

    • -(b) Introducción al Narcisismo
  • Heidegger., M.: ¿Qué es eso de filosofía? Sur, Buenos Aires, 1960

    • - De camino al habla. del Serbal, Barcelona, 1987
      - El ser y el tiempo, Fondo de cultura económica, México, 1968
  • Lacan, J.: Escritos. Siglo XXI, Buenos Aires, 1971

    Lezama Lima, J.: La dignidad de la poesía. Versal, Barcelona, 1989

    Marchese, A.,Forradellas,J.: Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria. Mondadori, Milán, 1978

    Moreno, J.L.: Psicodram. Hormé, Buenos Aires, 1974

    Pavis P.: Diccionario del teatro. Dramaturgia, estética, semiología. Paidós, Barcelona, 1980

    Winnicott, D.W (1996). Realidad y Juego. Gedisa Barcelona.


    (*) La segunda parte de este trabajo será publicado en el siguiente número de El psicoanalítico




     
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