Penumbra de luminosidad
I
Tu sei nuova: ti accendi nella notte Come dall’ansito di antiche vigilie
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Antonia Pozzi |
Te enciendes en la noche
como desveladas estrellas
en infinito del tiempo.
Te enciendes, iluminas
senderos y árboles
que esperan el aire de la montaña.
Te enciendes y la alegría
inunda los juncos
murmuran canciones de agua.
Baila el aire como ojos de silencio.
II El puerto
Oscurece en la mar
tiemblan espejos nacientes
donde se miran
barcos de sueño.
Barcelona 7.06.09
III
En silencio me sumergiré en
tu ausencia
y sólo sabrás que
una melodía
viaja en tus sueños
cuando despiertes
quizás yo esté en mis
desvelos
cabalgando en el animal del mito
y nos encontremos.
(Vuelo Dublín Mallorca)
IV
No es el momento
de la serenidad, le dijo.
Volaba en sustancia del no ser
y las aspas del molino
enhebraban tejidos invisibles.
Ella repetía,
no es momento de
serenidad.
Pájaros mareados
soledad del molino.
V
Te busco en la
nieve de la nada
canta la esencia
en vuelo
de ruiseñor
VI
Cuando la candela
concluyó su labor
sigiloso el amanecer
acarició la mesa y la almohada
no supo
si era el día
o la fiesta del recuerdo.
VII
No es que no la hubiera amado
y renegara de los años
era feliz por todo lo que había sucedido.
Comprendió que esa mujer no existía
alguien a quien había buscado siempre en lo vasto
ella no estaba, nunca estuvo.
Aun seguiría buscando y amándola.
VIII Nuevamente muñecas
No puedo dejarlas olvidadas.
Alimento de imágenes y fantasmas.
Eras sólo un algodón oscuro, una tela vacía, una cara sin rasgos.
Te veía nacer, vestir, alimentar.
Mi padre te ataba con hilo sisal y empaquetaba.
Dormían las telas vacías, piel sin vida, los rostros sin rasgos.
Hasta que todo se unía,
renacimiento, milagro del pasaje de la nada a la forma.
Formas de lo humano.
Mi padre frente a la muerte y a las grandes guerras
creaba sus muñecas.
Jugaba con ellas y yo no tenía palabras frente a las intensidades,
era un elemento más en esa fábrica expresionista.
IX
Pájaros anónimos
disputan la primacía del canto
el aire animoso vislumbra mar.
Plegarias sin fin
modula la marea esa noche.
[*] Del libro Penumbra de luminosidad de Mario Buchbinder. Ed. La Luna Que, Colección Dones de la noche /16, Bs. As., 2016. Palabras de Jacques Ancet sobre el libro.
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