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Acerca de la Sublimación, el Ideal
y el Narcisismo
Por Beatriz Burstein
Psicoanalista
beatriz_burstein@fibertel.com.ar
 

Este trabajo surge de observar la aparición de procesos sublimatorios en el curso del análisis con pacientes difíciles, y de pensar si es posible considerar la sublimación como un recurso que permitiría tramitar situaciones traumáticas y de déficit tempranos. Las dificultades no tardaron en aparecer, tanto desde la clínica como desde la teoría con la que intentaba dar cuenta de esos fenómenos. Intentaré reflejar el proceso de reflexión y los interrogantes que la temática me fue planteando.


Del Yo ideal al Ideal del yo

El Ideal exige la sublimación pulsional. Por otro lado, el pasaje del Yo ideal al Ideal del yo implica un proceso de complejización psíquica, que se dificulta cuando en el punto de partida hallamos un narcisismo deficitario, con fallas en su constitución.
“El desarrollo del yo consiste en un distanciamiento respecto del narcisismo primario y engendra una intensa aspiración a recobrarlo” [1]. Si el Ideal es la herencia del Narcisismo originario [2] y, sobre el yo ideal recae el amor de si del cual gozó el yo real [3] , parece válido interrogarse acerca de lo que sucede cuando no hubo tal amor por su yo real ni por sí mismo.


Narcisismo y Sentimiento de Si

La inmortalidad del Yo es el punto más espinoso del sistema narcisista [4]. Si falla el sostén que brindan los padres, esta falta de investidura temprana en el niño podría implicar un déficit en la constitución de su narcisismo y una traba en el desarrollo de su aparato psíquico. Distintos autores (Winnicot, Tustin, Bion, Green) [5] se refirieron a las consecuencias funestas de este desencuentro primero.
Sostiene Freud que “el sentimiento de sí se nos presenta como expresión del grandor del yo [6]”; El sentimiento oceánico [7] conserva un sentimiento yoico primario contrapuesto a uno posterior más delimitado y “aspira a restablecer el narcisismo irrestricto” [8]. El sentimiento yoico también está expuesto a perturbaciones [9] : partes del cuerpo, pensamientos, sentimientos propios son vividos como ajenos al yo.
D. Maldavsky sostiene que como condición previa a la conformación de una imagen de sí debe constituirse el sentimiento de si, primer rudimento de la subjetividad al que entiende como un sentir-se producto del registro de los propios procesos afectivos. La posibilidad de sentirse vivo derivaría del encuentro entre las disposiciones del niño y la empatía materna, posibilidad que quedaría afectada si falla ese encuentro.


Sublimación e Ideal

En cada individuo la distancia entre su Yo y su Ideal será variable y en algunos casos es mínima [10] . Cuando el Ideal es proyectado en un conductor, a menor distancia, mayor será el grado de hipnotismo y sometimiento. En el curso del desarrollo, las instancias se van diferenciando y volviendo más abstractas e impersonales.
Dos ejemplos opuestos: En la leyenda de Hamellin, el flautista encarna el lugar del Ideal, y los niños sucumben hipnóticamente a los encantos de su música, siendo llevados a la muerte. Permanecen pasivos frente a la realidad y a sus propios procesos pulsionales.
En cambio en El creador literario [11] , el poeta puede decir lo que en otros no tiene palabras y el lector se adueña de las propias fantasías, vía identificación con la palabra del poeta, en una posición activa. “El dramaturgo nos domina y paraliza con su arte mientras dura la representación, pero no puede impedir que nuestro pensamiento nos rescate al finalizar la misma [12] .
A mayor perturbación en la conformación del aparato psíquico, corresponden fijaciones pulsionales y yoicas patógenas, con un sentimiento de sí mas perturbado, mayor desligadura pulsional y un superyo más rígido y cruel enfrentado a un yo sometido en una posición pasiva y masoquista.


Sublimación, Eros y Pulsión de Muerte

Inicialmente la sublimación es descripta por Freud como un buen destino para aquellas pulsiones difíciles de domeñar. Cita al poeta: “enfermo estaba, y ese fue de la creación el motivo: cuando convalecí, y en ese esfuerzo sané.” [13] . Bajo el nuevo marco conceptual del año 20 sostiene que la desexualización pulsional que conlleva el proceso sublimatorio genera una mudanza de libido de objeto en libido narcisista, que propicia una desmezcla que trabaja en contra de Eros. [14] y deja al aparato desprotegido. Sin embargo más tarde en El Esquema, retoma la primera conceptualización donde la sublimación favorece procesos de curación: [15]”.
¿Hay un cambio sustancial entre ambas postulaciones? ¿Es una oscilación de Freud, o una articulación entre ambas posturas? Por otra parte, ¿Será posible pensarlo en función de mecanismo exitoso o fallido? ¿Es por la intensidad pulsional en juego? ¿Es por el punto de fijación, cuanto más regresivo más pulsión de muerte en juego?


Proceso creativo y sentimiento de si

Leemos en el artículo sobre el poeta: “una vivencia actual despierta en el poeta el recuerdo de una anterior, las más de las veces una perteneciente a su niñez…” [16] ¿Con qué recursos cuenta el aparato cuando el punto de fijación corresponde a momentos en los que no hay posibilidad de recordar o fantasear porque no había aún acceso a la palabra?
Reflexionando sobre el sentimiento oceánico, Freud describe la práctica yoga: una atención puesta en las funciones corporales y la respiración logra la percepción de nuevas sensaciones de universalidad. Y sugiere un nexo entre estas modificaciones y las producidas en el trance y el éxtasis. Estas relaciones entre funciones corporales tempranas y sentimiento oceánico, nos llevan a considerar la función de ciertos hechos artísticos, que permitirían recuperar o generar vivencias tan primitivas.
“En muchas personas es privilegiado un devenir consciente de los procesos de pensamiento por retroceso a los restos visuales siendo el pensar en imágenes un imperfecto devenir consciente, estando más próximo a lo inc. que el pensar en palabras y siendo más antiguo que este…” [17]
Si la plástica apela a la imagen y la literatura a la palabra, música y danza responderían al lenguaje de los afectos, pulsaciones más elementales que a través de estos lenguajes expresivos en los que se compromete lo corporal podrían tener un destino privilegiado. Podemos pensar que se ponen en juego los ritmos que nos conectan con los encuentros/desencuentros de un cuerpo a cuerpo con los objetos primeros.
Sujetos con fijaciones tempranas y predominio de defensas del orden de la desmentida o la desestimación, apelan a la sublimación: es necesario un aparato que también sea capaz de reprimir, generar contra-investiduras preconcientes y procesar recursos auditivos y motrices que se han transformado en lenguaje. Fijaciones tempranas van a la búsqueda de nuevos sustitutos y podría tener diversos caminos: por ej, transformarse en un lenguaje expresivo, o seguir la línea de lo tóxico resultando en una adicción.


Personajes fílmicos a modo de ejemplo

Se presentarán tres personajes fílmicos con diversos rasgos psicopatológicos, intentaré señalar en cada uno de ellos los conceptos mencionados: la distancia y la tensión entre el yo y el ideal, la conformación del sentimiento de si, y el carácter de los procesos sublimatorios en juego de acuerdo al tipo de defensa predominante.


1. All that jazz. Acerca de ser su propio Ideal. El protagonista de este film es Joe Gideon, un exitoso bailarín, coreógrafo y director de puestas musicales. Podemos aplicar las palabras que Freud utilizó para Dostoievsky [18] “De acuerdo con la relación de fuerza entre las exigencias pulsionales, las inhibiciones que las contrarrestan, más las vías de sublimación disponibles, habría que clasificar a Dostoievsky como uno de esos caracteres llamados apasionados”.
Dice Gideon, a través de uno de sus personajes: “Si fuera Dios, y a veces me creo Dios, depende de la hierba que fume…todos viviríamos para siempre. Sin muerte…” Hay en sus creaciones una búsqueda de perfección que se le impone, no puede parar. El trabajo, el sexo, las anfetaminas, todo tiene un carácter compulsivo y adictivo. Cuando la defensa omnipotente falla y se encuentra con lo imperfecto de su humanidad, redobla la apuesta e insiste en el logro que lo ratifique en aquel añorado lugar en donde él y Dios eran Uno Todopoderoso.
El quiebre final se produce internado en un hospital, mirando a una periodista que defenestra su producción fílmica desde una pantalla de TV, representante de un superyo sádico que lo confronta con su sentimiento de inferioridad.
En un pasaje del film, su Madre y la Muerte -dos aspectos de un mismo personaje imaginario - dialogan: “Desde que era chiquito está loco por ti”.
“Una satisfacción irrestricta de todas las necesidades quiere ser admitida como la regla de vida más tentadora, pero ello significa anteponer el goce a la precaución, lo cual tras breve ejercicio recibe su castigo.” [19]
En el Esquema de Psicoanálisis [20] Freud hace referencia a una necesidad de estar enfermo, que responde a dos orígenes distintos. Uno es el sentimiento de culpabilidad sostenido desde un superyo severo y cruel. El segundo caso –donde situamos a este personaje- más grave, trata de una alteración de la pulsión de auto-conservación que lleva a destruirse a si mismo, llegando en los casos extremos a concluir en un suicidio: “han sobrevenido vastas desmezclas de pulsión a consecuencias de las cuales se han liberado cantidades hipertróficas de pulsión de destrucción vuelta hacia adentro”.
El tipo de afecciones que desarrolla este personaje nos permite presuponer un severo déficit en el vínculo con sus primeros objetos, surgiendo ese cuadro en el lugar donde debería haberse instalado un sentimiento de sí temprano, que al no constituirse adecuadamente, condiciona el procesamiento del resto de su vida pulsional. El padre apenas surge en su relato, mujeriego y jugador, sostén identificatorio frágil, casi inexistente, que revela el fracaso de la instalación de una función paterna eficaz.
En Gideon una producción artística fenomenal, sin embargo, no está al servicio de un proceso que nos permita pensar en un destino logrado. Estamos en el terreno de la compulsión a la repetición y la sublimación queda atrapada en esa lucha entre Eros y pulsión de muerte; el Ideal es insaciable, siendo en este caso la necesidad de perfección narcisista lo que comanda el proceso creativo. Y ya sabemos como terminó Narciso: el cuadro coreográfico “perfecto” que logra al final del film es su agua de estanque en la que termina capturado; mientras en el teatro se desarrolla por primera vez la puesta de ese cuadro coreográfico, Gideon muere.

2. Claroscuro. Un grado de diferenciación. El padre de David quiso ser músico, su propio padre se lo impidió, por eso espera que su hijo -vivido como una parte admirada, denigrada y maltratada de sí mismo- cumpla aquel deseo suyo insatisfecho y sea el mejor. Siente un inmenso placer escuchando música en su combinado, lo que nos permite inferir un cierto proceso de ligadura pulsional. David padece el amor por la música de su padre y el odio que este hombre contiene dentro de sí. La ejecución musical se transforma para el hijo, en un acto impecable pero mecánico, de sometimiento a un padre furioso. El padre es un sobreviviente del holocausto, el hijo es un sobreviviente del odio de su padre.
Sostenido por el afecto de una mujer mayor y por un profesor bondadoso y firme, logra decirle No al padre luego de una escena de furiosa violencia descargada sobre él. Y se va. El costo es alto: el quiebre se produce cuando finalmente toca un concierto de Rachmaninof, el mas difícil de ejecutar y el que más quería su padre. En medio del concierto cae al piso. Lo gana la psicosis, de la que nunca logra recuperarse. Sus dedos siguen mecánicamente “ejecutando” la pieza, aún inconsciente, aún dormido. Sólo recupera algo del placer por la ejecución musical, cuando conoce el amor de una mujer que logra ponerle freno a sus arranques ansiosos irrefrenables: un triunfo de Eros. Ideal, puesto en el padre; Yo, jugado desde el hijo; un alto costo: la locura y una cierta cura facilitada por el amor. La música alternativamente pudo estar al servicio de cualquiera de los dos bandos.
En referencia al artículo citado acerca de la necesidad de estar enfermo, este caso refiere al primero de los orígenes mencionados: el sentimiento de culpabilidad; posición masoquista homosexual, de sometimiento a un superyo cruel que condena y culpabiliza al Yo.

3. Billy Elliott. El Ideal como abstracción. La madre de Billy le dejó un mandato antes de morir escrito en una carta: “Sé tú mismo”. También le dejó un piano y su amor por la música. Billy vive en un barrio de trabajadores mineros, hombres rudos, su padre y su hermano son sindicalistas y están de paro. Billy deja el boxeo y comienza a bailar, disfruta bailando. A través de la danza procesa sus pulsiones en un intento, en su caso logrado, de ligadura de las mismas.
Un tema musical suena al comienzo del film: “bailaba a los 12, a los 8, al despertar y al salir del vientre. Raro bailar desde pequeño, bailaba hasta el eterno sueño. Es malo comprender el pesar que hostiga al hombre. ¿Porqué ser tan inconsciente?”
Una escena de la película permite ver el camino de procesamiento de lo pulsional, aquella en la cual Billy, aún niño, “danza” su ira, en algo que está a medio camino entre la descarga directa (patea, insulta, grita), mientras sus pasos logran darle ritmo, fuerza y forma armónica a su baile.
En distintos artículos freudianos hay referencias a la proporción entre la medida necesaria de sublimación y la necesidad de descarga directa: “…en cuanto al monto apto para la sublimación, sin duda es variable… Una cierta medida de satisfacción sexual directa parece indispensable…[21] .
Billy baila ´desde el vientre hasta la muerte´, pero a diferencia de Gideon no estaba fascinado con la muerte. Podemos pensar que en ambos funciona el mecanismo de la desmentida, pero en un caso es funcional (danzando olvida “el pesar que hostiga al hombre”, dice la canción) en cambio en el otro caso desmentir la propia castración lo lleva a un desmantelamiento de su aparato psíquico. ”Dos actitudes contrapuestas frente a la muerte- una que la admite como aniquilación de la vida, y la otra que la desmiente como irreal- chocan y entran en conflicto.” [22]
En un caso se instala el acto creador como una experiencia que puede ser placentera. “el valor de la transitoriedad es el de la escasez en el tiempo. La restricción en la posibilidad del goce lo torna más apetecible” [23] En el otro caso es goce desenfrenado, “exigencia de eternidad”.
A diferencia de lo que le sucede a David, a Billy sí le interesa lo socialmente valorado, empezando por su padre y su hermano idealizados, luego su maestra, sus amigos y toda la comunidad. El Ideal que pretende alcanzar se va alejando cada vez más de su Yo, luego de su padre, hasta ponerlo seguramente en algún personaje del mundo de la danza y en la danza misma, permitiendo por un lado el logro de su procesamiento pulsional y por el otro su logro artístico que finalmente es aceptado con orgullo por su familia. “El Ideal se va volviendo cada vez más impersonal”. [24]
En el examen para ingresar a la Real Academia de danza, le preguntan a Billy que siente al bailar. Su respuesta resume lo que podemos pensar que es un proceso sublimatorio logrado: “Me olvido de todo, es como desaparecer. Como sentir un cambio en todo mi cuerpo. Como si hubiese un fuego en mi cuerpo. Allá estoy, volando como un ave, es como electricidad.” En el placer sublimatorio recuperaba algo de aquel sentimiento primario ilimitado.
Podemos presuponer en Billy un predominio del mecanismo represivo, un proceso identificatorio más logrado, cierta posibilidad de procesar duelos. Puede entonces someterse a una rígida disciplina de aprendizaje, aceptando una y otra vez frustrarse antes de adquirir la destreza. Y por supuesto, una amplia cuota de talento que como dice Freud en su artículo sobre Dostoievsky, sigue siendo inanalizable.

Acerca del Sentimiento de si y la distancia con el Ideal: El Ideal exige sublimar, pero si no se ha producido un cierto desarrollo yoico, una renuncia narcisista y la creación de un Ideal mas alejado de su Yo -proceso que culmina con la resolución edípica-, podría no haber sublimación que apacigüe al Ideal, como en algunos de los casos planteados.
Gideon conseguía Ser sólo cuando lograba la perfección; frágil sentimiento de sí destinado a sucumbir una y otra vez. Paga con su vida en una especie de suicidio.
Los niños-ratas en estado hipnótico pierden su sentimiento de ser proyectándolo en el flautista que ocupa el lugar del Ideal, apenas un gradiente mayor y terminan asesinados.
David anhelaba ser amado, logrando así un sostén identificatorio que le permitía utilizar la ejecución musical como vehículo a través del cual lograr cierta unificación de su sentimiento yoico. Su costo es el quiebre psíquico
En Billy podemos suponer un sentimiento de sí más logrado, un Ideal más abstracto, mayor desarrollo Yoico y ganancia de placer.
Acerca del valor de las artes: Dice María Fux: “la danza está más allá del lenguaje, como un medio para expresar emociones… todo el cuerpo es el protagonista. Cuando bailamos expresamos los miedos, la rabia, la angustia, el dolor... Es a través de la danza, más que de la palabra, que logran encontrar esa salida.". Condicen los dichos de esta reconocida danza-terapeuta, con la idea que desarrollamos: que en estructuras con fijaciones muy tempranas los propios afectos no pueden ser sentidos.
Dice el gran pianista Daniel Baremboin: “la música es la humanización del ruido” Puede serlo de hecho en los mejores casos. Pero también puede ser un vehículo donde se juega una lucha por la propia subjetividad y hasta por la propia vida, como se ve en la escena del quiebre de David, cuando deja de oír los sonidos que él ejecuta y sólo escucha el silencio, quebrado por los latidos de su propio corazón.

Transferencia y proceso sublimatorio

¿Cómo podemos pensar la aparición de procesos sublimatorios en el curso de un tratamiento y, qué lugar ocuparía el analista en esas situaciones? El proceso sublimatorio o creativo genuino no puede forzarse. No debería ser un objetivo clínico buscado en forma activa sino que, si surge, ha de ser producto de un reordenamiento interno, de una construcción de adentro hacia afuera y no al revés. Dicho reordenamiento se daría eventualmente por resolución de conflictos y producción de nuevas formas de enlace o ligadura.
Caso contrario, el analista quedaría puesto, proyección transferencial mediante, en el lugar del Ideal exigente al que hay que complacer.


A modo de cierre

Resumiendo, podría presumirse que a través de ciertos hechos artísticos se abre una posibilidad cierta de sentir-se: en la ganancia de placer producto de un proceso sublimatorio se podría generar algo de un sentimiento de sí.
- En aquellas estructuras en las que se padecieron traumatismos que conforman grietas muy tempranas, ciertos actos creativos serían pasibles de producir enlaces eficaces, diferentes a aquellos que requieren de la palabra. En este trabajo se puso el acento en aquellas expresiones artísticas ligadas a sonidos y movimiento.
- En el proceso de aprendizaje de una disciplina necesariamente hay displacer y frustración. Displacer que puede estar enmarcado en el displacer del principio de placer o por el contrario cobrar matices de tortura psíquica infligida desde un Superyo tanático.
- Quizá ciertos creadores excepcionales lo sean por su talento pero también por su búsqueda desesperada de llevar este talento al límite de lo posible, en un intento de ligar vía acto creativo e impulsados por una exigencia promovida desde un Ideal insaciable.
Así, en estructuras muy perturbadas el acto creador podría estar al servicio de una lucha permanente por lograr mantener un equilibrio, que falla cuando se vuelve compulsivo y el proceso sublimatorio termina al servicio de aquello que quiere refrenar, en una lucha que en dos tiempos frena y acelera un camino de destrucción. [25]

 
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Notas
 
[1] Freud S. Introducción del Narcisismo A.E. T XIV, Pg.96
[2] Freud S Psicología de las Masas. A.E. T XVIII, Pg. 103
[3] Freud S. Introducción del narcisismo A:E. T.XIV, Pg.91
[4] Freud S.Introducción. del narcisismo, A.E. T XIV, Pg. 88
[5] Winnicott se refiere a la importancia de la presencia de una madre suficientemente buena y de los traumas tempranos producto de los desencuentros con ese otro significativo.
Tustin menciona los traumas asociados a vivencias prematuras de separación que dan como resultado organizaciones defensivas de tipo autista.
Bion sostiene la importancia de la capacidad de reverie materna, que debería contener con su presencia la magnitud de los procesos pulsionales en juego en el niño.
Green describe el complejo de la madre muerta, psíquicamente ausente y sin interés libidinal por su hijo, quien se identifica con aquella, siendo esa desinvestidura la que constituye un agujero en la trama representacional de ese sujeto
[6] Freud S. Introducción del Narcisismo. A.E. T XIV , Pg. 94
[7] ”Originariamente el yo lo contiene todo, más tarde segrega de sí un mundo exterior… por tanto nuestro sentimiento yoico de hoy es sólo un comprimido resto de un sentimiento más abarcador, que lo abrazaba todo en verdad, que correspondía a una atadura más intima del yo con el mundo circundante. Es licito suponer que ese sentimiento yoico primario se ha conservado… sus contenidos serían la ilimitación y la atadura con el Todo, lo mismos con que mi amigo ilustra el sentimiento oceánico”. El malestar en la cultura. A. E, T.XXI Pg. 69
[8] Freud S. El malestar en la cultura. A.E. T XXI Pg. 73
[9] Freud S. El malestar en la cultura. A.E. T XXI Pg.67
[10] Freud S. Psicología de las Masas A.E. TXVIII, pg122
[11] “El goce genuino de la obra poética proviene de la liberación de tensiones en el interior de nuestra alma… El poeta nos habilita para gozar en lo sucesivo, sin remordimiento ni vergüenza algunas de nuestra propias fantasías.” El creador literario y el fantaseo. A:E: T IX Pg.135
[12] Freud S. Los que fracasan cuando triunfan. A.E. TXIV Pg. 329
[13] Freud S. Intr. del narcisismo. A.E. T XIV Pg. 82
[14] Freud S. El Yo y el Ello. A. E T.XIX Pg.46
[15] “La aptitud de la persona para la sublimación pulsional desempeña un gran papel, lo mismo que su capacidad para elevarse sobre la vida pulsional grosera, y el poder relativo de sus funciones intelectuales Freud S. Esquema de Psicoanálisis. A.E. T XXIII Pg.182
[16] Freud S. El creador literario y el fantaseo. A. E. T.IX Pg. 133
[17] Freud S. El yo y el ello. A. E. T.XIX Pg. 23
[18] Freud S. Dostoievsky y el parricidio. A.E. T.XXI Pg.177
[19] Freud S. El malestar en la cultura. A.E. T XXI Pg. 77
[20] Freud S. Esquema de Psicoanálisis. A.E. T. XXIII Pg. 180
[21] Freud S. La moral sexual cultural. A. E. T.IX Pg. 169
[22] Freud S. De guerra y muerte A. E. T. XIV Pg.299
[23] Freud S. La transitoriedad. A. E. T. XIV Pg. 309
[24] Freud S. Conferencia 31. E.A. T XXII Pg. 60
 
Bibliografía
 
Freud, Sigmund. Obras Completas. Amorrortu Editores
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1910.- Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci. A.E. T.X
1914.- Introducción del narcisismo. A. E, T.XIV
1915.- De guerra y muerte. A. E, T. XIV
1916.- La transitoriedad. A. E, T. XIV
1916.- Los que fracasan cuando triunfan A. E, T.XIV
1921.-Psicología de las Masas y análisis del yo. A. E, T.XVIII
1923.- El yo y el ello. A. E, T.XIX
1926.- Inhibición, Síntoma y Angustia. A. E, T.XX
1927.- El humor. A.E- T XXI
1928.- Dostoievsky y el parricidio. A. E, T. XXI
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1932.- Nuevas conferencias de introducción al sicoanálisis. A. E, T.XXII
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Winnicott Donald
Los procesos de maduración y el ambiente facilitador. Ed. Lumen, Buenos Aires, 1996
Exploraciones psicoanalíticas. Ed. Paidós. Buenos Aires, 1991

Tustin, F.
El cascarón protector en niños y adultos. Amorrortu Editores. Buenos Aires, 1992

Green, Andre
Narcicismo de vida Narcisismo de muerte. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1986

Bion Wilfred
Volviendo a pensar. Horme Editores, Buenos Aires, 1996
Aprendiendo de la experiencia. Editorial Paidos, Buenos Aires, 1980

Maldavsky David
Teoría y clínica de los procesos tóxicos. Amorrortu Editores. Bs Aires, 1992
Lenguajes del erotismo. Nueva visión. Buenos Aires, 1999

 
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