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Título: Jefa (1923), de Xul Solar.
Título: Jefa (1923), de Xul Solar. Imagen obtenida de: http://www.allpaintings.org/v/Surrealism/Alejandro+Xul+Solar/Alejandro+Xul+Solar+-+Jefa.jpg.html
Oscar Muñoz: Protografías *
Por Yago Franco
yagofranco@elpsicoanalitico.com.ar
 

Sobre una mesa se proyecta la imagen de fotografías dispuestas en filas, aparecen manos (proyectadas también) que las toman y las sumergen en lavabos (también proyectados) que están en los extremos de la misma. Los rostros se disuelven y se van por la rejilla del lavabo, y las fotografías – ahora en blanco – son vueltas a poner en su lugar. Mientras la secuencia sigue con otras fotografías aparece otra mano que coloca las que están en blanco en otro lavabo, bajo cuya canilla vuelven a aparecer los rostros. Así, ininterrumpidamente. En otro lugar, en una enorme pantalla una mano va dibujando un rostro y a medida que lo hace este se va desdibujando en el lugar donde inició el trazo, debiendo la mano que dibuja volver al mismo y volviéndose a producir el borramiento, y así ininterrumpidamente. Dos, solo dos de las protografías de Oscar Muñoz expuestas en el MALBA. Para no citar esa enorme cantidad de fotografías que están sobre una mesa, ante las cuales el espectador va sintiendo una inquietante extrañeza al darse cuenta de que han sido tomadas todas en el mismo lugar, a las mismas personas, siempre en movimiento, pero a lo largo de los años… el paso del tiempo, los cambios, lo que permanece, y ese paso que parece no terminar nunca de producirse, que se reitera de fotografía en fotografía.  En la muestra, las fronteras entre la fotografía, la instalación, el grabado, el video, el dibujo tienden a desvanecerse.

¿Qué es una protografía? Es algo que no llega a ser una fotografía, es lo que está antes, también después. O tal vez sea el movimiento mismo de fijación y disolución de una imagen. Pero resulta que se trata de imágenes de personas, rostros en su mayoría. Por lo que una protografía es también el movimiento de nacimiento y muerte de un rostro, también eso que nunca llega a completarse de un sujeto: ese inacabamiento radical que atañe a la subjetividad humana. Muchas de las protografías son de rostros de fallecidos. En una parte de la muestra se le solicita al espectador (¿?) que sople sobre una superficie espejada en la cual aparece su rostro, pero con el golpe de su aliento su rostro es suplantado por el de un fallecido,  que a su vez se desvanece ni bien el aliento cesa de golpear la misma. Ya no se trata de un espectador, sino de alguien – en todos los casos – que se ve incluido, arrojado a ese movimiento de aparición y desaparición. A esa fugacidad, fragilidad, a ese ser que se trastoca más bien en un estar/no estar.

La obra de Muñoz, sus protografías, parece estar ahí para señalarnos lo precario, lo fugaz, lo provisorio de la vida humana, al mismo tiempo que la insistente presencia de Eros, y la tenaz lucha de la memoria contra el olvido. Ahí está el video en alta definición que muestra a su padre – que no quiere dormirse porque para él dormirse es morir – luchando contra el sueño, una imagen que genera perplejidad y angustia en quien la observa. A la derecha del padre de Muñoz, de modo fantasmagórico delante de una ventana cuya cortina la tapa y la destapa, se ve una fotografía de la madre – ya fallecida – que parece venir desde esa Otra escena develando una convivencia imposible entre la vida que se resiste a morir, y la muerte que se obstina en hacerse presente.


* Fotógrafo colombiano, cuya muestra Protografías tuvo lugar en Buenos Aires, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) entre el 27/12/2012 al 25/02/2013. Un acercamiento a la misma puede apreciarse en http://www.banrepcultural.org/oscar-munoz/presentacion.html


            

 
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