Crónica del taller
Realizamos este taller en el marco del IX Congreso Iberoamericano de Psicodrama, en la Ciudad de Buenos Aires, del 1 al 5 de mayo de 2013.
Al grupo original de participantes, se sumaron otras personas en un segundo momento, ya iniciado el trabajo.
Luego de nuestra presentación, la de ellos, y del taller, a modo de caldeamiento verbal, hicimos una introducción teórica sobre nuestra experiencia coordinando talleres vinculados con la problemática laboral en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), aclarando que nuestro objetivo para este encuentro era trabajar los anudamientos y obstáculos en el área laboral, mediante algunas técnicas que utilizamos en los talleres mencionados.
En primer término les entregamos dos hojas en blanco, con la consigna de dibujar una persona en una hoja y en la segunda hoja una persona trabajando, aclarando al dorso que actividad realiza.
Esta técnica proyectiva gráfica es de suma utilidad por los aspectos inconscientes que devela y a su vez, porque al finalizar el proceso permite hacer una devolución co-construida con cada integrante sobre su trayecto en el taller y su relación con el trabajar, o volver a trabajar.
Cabe aclarar que este taller se realizó en el primer turno, temprano de mañana, transcurriendo el tercer día de congreso, los participantes se hallaban con lentitud en caldearse. Encontrarse con el papel en blanco y dibujar, contribuyó a permanecer en el área intelectual, e inmóviles corporalmente.
Entonces, realizamos un caldeamiento en movimiento, propusimos recorrer el lugar, conectarse con el espacio y con los otros, con suficiente timing para prepararlos y prepararnos para dramatizar y dirigir.
Luego, sin apresurarnos, les entregamos un nudo hecho en tela, lana e hilo sisal, a cada integrante, con la consigna de desatar o intentar desatar su nudo, registrando sus sensaciones y emociones, asociándolas, a su vez, con situaciones vinculadas con el trabajo.
Consideramos que esta técnica, a través de un objeto, permite indagar introspectivamente representaciones y asociaciones con los propios anudamientos y obstáculos vinculados al área laboral.
Esta es una escena o proto-escena promovida al introducir un objeto concreto, que puede ser depositario de proyecciones y diferentes significaciones. Este elemento opera como facilitador de otras escenas que permitan conectarse con aspectos negados, naturalizados o intelectualizaciones desprovistas de contenido afectivo que son como un rumiar, funcionando como una coraza defensiva.
Luego de la experiencia con los nudos, les solicitamos que compartieran sus sensaciones y asociaciones. Transcribimos algunos comentarios:
“Yo pensé que iba a ser más difícil desatarlo, me doy cuenta que la que me complico y me anudo soy yo”
“Mi nudo era rosa y en mi país nos ponemos cintas rosas para apoyar la lucha contra el cáncer, por eso me impactó.”
“Mi nudo era doble con hilo sisal y yo pensé es difícil de desanudar como mis problemas de columna que me impiden trabajar a pleno, pero no fue tan difícil desatarlo”.
“Mi nudo era de sisal también y pensé que áspero debe ser y me asombré porque al tocarlo porque era mucho más suave de lo que me imaginaba.”
“Tengo un solo nudo que traba todo lo demás…si eso se soluciona…”
A partir de los nudos, las asociaciones y la resonancia emocional generada con respecto al trabajo, se formaron dos grupos: un grupo cuyos integrantes tenían diferentes ansiedades vinculadas a la posibilidad de no tener trabajo, de no poder trabajar, de sabotearse, de perder el trabajo, y temor a la crítica y otro grupo cuyo problema se conectaba más con sentimientos ambivalentes con respecto al trabajo, sus integrantes tenían dos profesiones o áreas de trabajo que no podían integrar o articular, aspirando dos de ellas a ser más autónomas económicamente y una tercera, que no se había graduado y no sabía que iba a hacer al recibirse.
La siguiente consigna fue cerrar los ojos, conectándose con su nudo y con la emoción registrada y dejar venir una escena, observándola detenidamente.
Fueron apareciendo diferentes escenas. Relataremos algunas de ellas:
- Una mujer que tenía que delegar un proyecto de trabajo ideado por ella, en su hija, ya que su problema de columna le impedía trabajar tan activamente como ella hubiese deseado.
- Otra integrante relata su temor al recibir una notificación del sistema de medicina prepaga para el que trabaja, temiendo que esto implique la notificación de la pérdida del trabajo.
- Una mujer oriunda de El Salvador, relató que trabajaba con grupos de mujeres víctimas de violencia sin percibir remuneración por eso, si bien le habían asegurado que se realizaría el pago, éste no se había concretado.
- Un integrante relató que un amigo suyo trabajaba sin recibir remuneración, y seguía trabajando por el hecho de continuar incluído en un espacio laboral.
Se elige sociométricamente una escena de estas escenas-nudo que se plantearon y el grupo opta por la de la mujer que teme que la carta recibida de su trabajo implique una notificación de despido.
Desplegando la escena elegida, la protagonista se encuentra entrando a su casa, que es también su consultorio y ve una carta de la empresa de Medicina Prepaga para la cual trabaja.
La coordinación le pide a la protagonista que elija a alguien para que “sea la carta”, una integrante toma ese rol, y le dice:
- “No te animas a abrirme…”
A continuación se le pide un soliloquio a la protagonista y dice:
-“¿y si me quedo sin trabajo a esta edad ?...”
Luego a partir de un cambio de rol, pasa a ser la carta que le dice:
-”tenés miedo de abrirme…”
Acto seguido, vuelve a su propio rol, y los compañeros del grupo hacen un doblaje múltiple donde aparecen temores y fantasías:
- “… ¿Habré metido la pata?”
- “… ¿A mi edad podré conseguir otra cosa?”
- “¿Será por aquel paciente que atendí y hubo problemas?”
La protagonista reconoce su miedo y se le pide que elija quien puede ser el miedo. Un participante toma ese rol, se le pone delante, no la deja ver ni avanzar.
Le pedimos un cambio de rol con el miedo y ella en ese rol, dice:
-“¿Cómo te vas a mantener sin este trabajo?”.
Cuando vuelve a su papel, abre la carta y ésta resultó ser una información administrativa. En ese momento, una integrante realizó un doble espontáneo del miedo y dijo:
- “Soy la realidad, no te asustes tanto”.
Los coordinadores le dijimos:
- “Qué le pedirías al grupo?
- “Les pediría autoestima y confianza”, respondió.
Los integrantes del grupo se pusieron a su alrededor, en actitud de transmitirle confianza, a partir de lo cual la protagonista transforma el miedo en cuidado y decide correrlo a un costado, de tal modo que puede ver y avanzar, aclarando que al miedo no lo quiere sacar. Dimos por finalizada la escena.
Se solicitó un soliloquio a cada uno de los participantes, a partir del rol jugado en la escena y se realizó un breve momento de compartir grupalmente.
En esta instancia del taller se instrumentó otra técnica grupal psicodramática: “Las sillas vacías” .Se trabajó con todo el grupo, colocando tres sillas vacías, a fin de que cada participante se conectase con su deseo, ubicándolo en la primera silla, con el obstáculo a su deseo, ubicándolo en la segunda, y con los recursos que dispone, en la tercera silla. A medida que cada uno iba sentándose en cada silla, iba diciendo lo asignado para ese lugar.
Algunos de los contenidos que surgieron:
- “Que mis padres no se mueran (deseo), trabajan mucho en el campo y todavía yo estoy estudiando (obstáculo, no poder ayudarlos trabajando), hago todo para que ellos estén bien (recurso).”
- “Tener cosas para resolver- postergarlas - capacidad, tenacidad”
- “Concretar ideas para proyectos laborales – problemas de columna – colaboración de su hija y poder delegar en ella, quedándose ella en un rol organizativo.”
- “Trabajar y ser creativa – temor a la crítica – perseverancia”
Esta técnica tiene la virtud de abrir pensamiento, ordenar ideas y también producir algún insight para salir del orden de la inmovilidad y de la queja, teniendo un efecto multiplicador, ya que es un trabajo sociodramático, donde no hay un protagonista único sino que el grupo todo es protagonista.
Identificar los obstáculos permite, salir de espacios de encierro y captura y conectarse con otras posibilidades que se apoyan en los recursos propios.
Compartimos brevemente esta experiencia, pasando los integrantes a relatar sus resonancias.
Luego de pasar todos por esta instancia se realizó la devolución de los gráficos, realizando lo que denominamos test proyectivo gráfico psicodramático (TPGP). Los dos gráficos que tomamos al principio del taller fueron: “Dibujar una persona” y “Dibujar una persona trabajando”, escribiendo al dorso qué está haciendo.
No leemos estos gráficos proyectivos en modo tradicional, ya que no sería correcto por no estar insertos en una batería más amplia, ni tampoco lo sería por estar dentro de un taller cuyo objetivo es mantener el foco de investigación y elaboración del área laboral. Pero sí promovemos que aparezcan aspectos negados a la conciencia, vinculados con su posicionamiento subjetivo en relación con la temática laboral.
Habitualmente pedimos que observen detenidamente sus dibujos, que los comenten y luego imiten corporalmente la posición y gestualidad que aparecen en los gráficos. En esta ocasión ofrecimos a quién quisiera ofrecerse poder trabajar con su gráfico.
La persona que se ofreció era una profesional de la rama de Ciencias Económicas, que no vivía de su trabajo, y a la vez era psicodramatista. Realizaba talleres, sin obtener ingresos a partir de los mismos. El sustento de su familia provenía de su esposo. Su deseo era tener autonomía económica.
Toma el primer gráfico, “el dibujo de una persona”, y dice que ve una nena. En el mismo se veía claramente que tenía un pie doblado y que no la sustentaba. Le dijimos que se colocara en la misma posición y cuando lo intentó no pudo sostenerse. Ella no había registrado esto. Primera evidencia correlativa con su relato a lo largo del taller, acerca de su necesidad de autonomía.
En el segundo gráfico, “una persona trabajando”, aparecía dibujado un hombre, serruchando algo, en posición oblicua, inestable, no se sostenía. Nuevamente ella no lo podía ver.
Dice: “Está trabajando, el hombre, está serruchando”. Al colocarse en la misma posición que el dibujo, percibió su inestabilidad. Fue notorio como desde el registro corporal pudo conectarse con su dificultad negada.
Comentó luego: “Es el que más trabaja, el que sustenta”. Lo trabajado a través de los gráficos, coincide con su relato; pero éstos, sumado a su actitud y sus verbalizaciones, agregaron más elementos que darían para seguir trabajando con ella si no estuviéramos en un contexto de Congreso.
Luego comentamos la experiencia y sus resonancias en cada uno. Les costó despedirse. Tal vez contribuimos en algo a elaborar su situación laboral.
Consideraciones de los coordinadores, “a posteriori”
Del nudo a la escena
El nudo. Incorporamos un objeto real. ¿Para qué?
Para poner un foco en sintonía con un simbolismo relacionado con la problemática del trabajo. Es un facilitador y movilizador de escenas, opera como caldeamiento.
Un real que lleva consigo un imaginario. Facilita y articula. Prepara para
profundizar psicodramáticamente.
Diversos tipos de elementos anudados de manera diversa: más flojos, más apretados, varios nudos, más suave de lo que parecía pinchudo, más fácil lo que parecía más difícil, más flojo lo que parecía apretado.
Diversos pareceres, diferentes subjetividades.
Múltiples escenas de nudos personales, anudamientos familiares y sociales.
Soltar, aflojar los nudos, des-anudar múltiples vericuetos de cada uno, algunos referidos a la vida, otros al trabajo.
El nudo representa algún obstáculo.
Aparece el miedo y el grupo lo elige como protagonista. Surge la escena.
Devolución del test gráfico proyectivo psicodramático
Cuando pedimos que se coloquen corporalmente como el dibujo muestra,
en realidad damos pie para abrir otra escena que estaba latente pero pasible de ser conciente. Se hallaba plegada, y mediante el abordaje psicodramático la colocamos en superficie. Al desplegarse esta otra escena, encuentra coherencia con lo que la persona manifestó en el curso del taller.
Esta segunda escena es una importante apoyatura que distingue a esta técnica gráfica psicodramática de los tests proyectivos tradicionales, ya que en estos últimos la persona se encuentra en un estado de pasividad corporal, en el momento de la devolución.
Nuestra técnica, en cambio, no sólo no es pasiva, sino que permite hacer evidente el obstáculo, promueve la capacidad de insight de cada participante, pudiendo articularlo con todo lo que fue expresando durante el taller. Resulta finalmente, una auto-devolución.
Una lectura de lo grupal
Desde nuestra implicación y registro contratransferencial [1] en estas escenas focalizadas en el trabajo pero a su vez enmarcadas en la subjetividad de cada participante, nos preguntamos cual sería el personaje grupal emergente de este taller, con estos participantes y estos coordinadores.
Como personaje grupal, nos aparece el “desatanudos mas fácil de lo pensado”, lo deseado y lo temido.
En la expresión del grupo: “nudo fácil de desatar, sencillo”, vemos operando a la defensa, producto del imaginario grupal atravesado por sentimientos ambivalentes: temor a desatarse y deseo de superar obstáculos.
La realidad suplementaria que se expresa tanto en la escena como en las diversas técnicas psicodramáticas como inversión de roles, doblajes, la silla vacía, etc., permite que aparezca el personaje latente, el miedo, que anuda como defensa y amplifica el registro del obstáculo.
Dice J. L. Moreno:” Realidad suplementaria…significa que existen ciertas dimensiones invisibles en la realidad de la vida, no expresadas ni experimentadas por completo, por lo cual debemos usar operaciones o instrumentos suplementarios para llegar a descubrirlos dentro de nuestros marcos terapéuticos” [2].
En cuanto al aspecto temido y deseado, “el desanudarse fácil”, cabría hacer la asociación siguiente: el nudo que opera como sostén-red, pertenencia con otros, en un contexto social y laboral donde impera la exclusión, desanuda-desanida miembros de su red.
Entonces, una posible lectura de la escena detrás de la escena, sería el miedo a ser parte del colectivo de excluidos que este contexto histórico social propone y produce.
Finalmente, podemos agregar que la violencia social en clave de exclusión [3] es productora de miedos y tiene múltiples caras como ser: la sub- ocupación, desocupación y sobre-ocupación, generando precarización laboral y precariedad subjetiva.
Aclaración de conceptos teóricos
- Caldeamiento: preparación del grupo para trabajar psicodramáticamente.
- Inversión de rol: el protagonista se pone en los zapatos del otro y viceversa.
- Sociometría: medición de las afinidades y rechazos en un grupo
- Yo auxiliar: integrante del grupo que toma los diferentes papeles del protagonista en la escena.
- Soliloquio: “monólogo del protagonista in situ” [4].
- Doble: un yo auxiliar toma un aspecto del protagonista, identificándose con él y lo actúa.
- Doblaje múltiple: “el protagonista se encuentra con varios dobles de si mismo. Cada uno de ellos retrata una parte de él” [5]
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