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El cine y la poesía argentina
El cine y la poesía argentina
(Ensayo y Antología)
De Héctor Freire
Ediciones en Danza. 145 Páginas, Buenos Aires 2011
Por Ana Ferrotazi
 

La presente publicación pretende ser una reflexión sobre las vinculaciones posibles entre la poesía y el cine, además de la convivencia (incluidos los conflictos e interferencias propias de toda relación) entre ambas. En este sentido, la aparición de la poesía en el cine, se produjo desde sus orígenes. Del mismo modo que el cine aportó desde sus comienzos una nueva perspectiva sobre lo real a la primera. Quienes ven poesía en el cine, y tienen su contrapartida en aquellos que encuentran huellas de films en muchos poemas. Donde la intertextualidad entre las imágenes pictórico-poéticas de Dalí y el cine de Buñuel es una de las más emblemáticas y conocidas. Pero también, entre las de Melies y Lorca. No olvidemos que al genial Lang, se lo llamó “el poeta moderno de la cinematografía”. Y a algunas de las secuencias de su film Metrópolis como “una nueva poesía para los ojos”. Esta relación podría estar sintetizada en la figura del archipiélago: “conjunto de islas unidas por aquello que las separa”.

En ese diálogo muchos suelen decir que ambos discursos se han enriquecido, y que la poesía, ha prestado al cine su condición metafórica, y el cine ha cedido parte de sus elementos sintácticos. Además el cine ha contribuido a la “evolución formal” de las estéticas, sus crisis y sus vanguardias, como por ejemplo el surrealismo y el futurismo.

La aparición de Un perro andaluz y La edad de oro de Buñuel, señalan la primera irrupción deliberada de la poesía en el arte cinematográfico. (O.Paz)

También encontramos la influencia de ciertos haikús, como los del poeta japonés Basho, que le permitieron al director y teórico ruso trasladar su procedimiento al principio del “montaje de atracciones”, definido por éste como el choque entre dos imágenes o elementos, cuyo resultado no es la suma o la yuxtaposición, sino el producto generador de una nueva idea en la mente del espectador.

Conviene hacer una última aclaración: el diálogo entre poesía y cine, no está en el uso de las “bellas palabras” o las “bellas imágenes”, o los “bellos sonidos”. Sino en el uso de los materiales y de la cámara. En este sentido, la relación entre cine y poesía no es el resultado de la traducción en imágenes de un poema, o la traducción en palabras de las imágenes cinematográficas, sino el efecto autónomo que deviene de una determinada lectura.

Al decir de Tarkovski, lo que hace único a la poesía y al cine: es el “milagro” del tiempo esculpido, la presentación de hechos inmersos en él y cambiados por él. Imágenes que no sólo viven en el tiempo, sino en los que el tiempo vive dentro de ellos. Los textos seleccionados que componen esta muestra de poesía argentina relacionada con el cine, trata de ser un intento significativo por cristalizar la aproximación y el intercambio entre ambos discursos artísticos. Los poetas seleccionados intentan a través de estos textos, poner en yuxtaposición dos códigos distintos que aparentemente son irreconciliables. Los mismos reconocen a través de sus poemas la presencia del mundo del cine: sus técnicas, su historia, los distintos géneros, sus salas, los diferentes films, los actores y actrices, personajes inolvidables, sus mitos, los grandes directores, o determinadas escenas, Y donde éste ha sido y es un eficaz estímulo a imaginación poética. En cierta forma esta selección, también es una defensa del cine como importante “fuente de inspiración”, de una parte de la poesía argentina contemporánea. También el de aportar información para los lectores interesados, no sólo en la poesía, sino en el arte cinematográfico.

De hecho, creo, esta es la primera antología de poesía argentina relacionada con el cine. Y espero no sea la última. Sin embargo, hay otras que se adelantaron: en habla inglesa la ambiciosa y erudita de 1993 de Ken Wlaschin y Philip French, The Faber Book of Movie Verse. En 1995 La Editorial Colmillo Blanco publica en Lima, Un año con trece lunas. El cine visto por poetas peruanos. Dos años después, en 1997, Ángel Miquel publicó Los poetas van al cine (70 poemas de autores mexicanos). Y la última (al menos hasta donde llega mi información), Viento de cine (El cine en la poesía española de expresión castellana. Editada por Hiperión en el año 2002. Y ahora (2011) Poesía y cine, cine y poesía dialogan a lo largo de un siglo, dentro del amplío y rico mapa de la poesía argentina. En una relación casi no investigada en nuestro país. 42 poetas, y 80 poemas, algunos de ellos conocidos, y otros no difundidos como se merecen. No hay dudas de la incidencia que ha tenido el fenómeno cinematográfico en muchos poetas argentinos, pero que nunca lo mencionan en sus textos. De ahí que esta antología, se ha limitado sólo a recopilar poemas que expresamente tienen al cine como referencia fundamental. Y a pesar que no figuran algunos nombres, por la sencilla razón de no haber escrito (al menos expresamente) algún poema que haga referencia al cine, podemos encontrar otros, que incluso han dedicado libros enteros, considerables secciones de su obra, o simplemente algunos poemas, producto de su inagotable fuente de resonancias sentimentales y/o culturales. Se ha tenido en cuenta, además del inevitable gusto personal, el hecho de tratar de evitar repeticiones sobre algunos de los aspectos que hacen al mundo del cine.





 
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