La presente
publicación pretende ser una reflexión
sobre las vinculaciones posibles entre la poesía
y el cine, además de la convivencia (incluidos
los conflictos e interferencias propias de toda relación)
entre ambas. En este sentido, la aparición
de la poesía en el cine, se produjo desde sus
orígenes. Del mismo modo que el cine aportó
desde sus comienzos una nueva perspectiva sobre lo
real a la primera. Quienes ven poesía en el
cine, y tienen su contrapartida en aquellos que encuentran
huellas de films en muchos poemas. Donde la intertextualidad
entre las imágenes pictórico-poéticas
de Dalí y el cine de Buñuel es una de
las más emblemáticas y conocidas. Pero
también, entre las de Melies y Lorca. No olvidemos
que al genial Lang, se lo llamó “el poeta
moderno de la cinematografía”. Y a algunas
de las secuencias de su film Metrópolis
como “una nueva poesía para los ojos”.
Esta relación podría estar sintetizada
en la figura del archipiélago: “conjunto
de islas unidas por aquello que las separa”.
En ese diálogo muchos suelen decir que ambos
discursos se han enriquecido, y que la poesía,
ha prestado al cine su condición metafórica,
y el cine ha cedido parte de sus elementos sintácticos.
Además el cine ha contribuido a la “evolución
formal” de las estéticas, sus crisis
y sus vanguardias, como por ejemplo el surrealismo
y el futurismo.
La aparición de
Un perro andaluz y La edad de oro de Buñuel,
señalan la primera irrupción deliberada
de la poesía en el arte cinematográfico.
(O.Paz)
También encontramos la influencia de ciertos
haikús, como los del poeta japonés Basho,
que le permitieron al director y teórico ruso
trasladar su procedimiento al principio del “montaje
de atracciones”, definido por éste como
el choque entre dos imágenes o elementos, cuyo
resultado no es la suma o la yuxtaposición,
sino el producto generador de una nueva idea en la
mente del espectador.
Conviene hacer una última aclaración:
el diálogo entre poesía y cine, no está
en el uso de las “bellas palabras” o las
“bellas imágenes”, o los “bellos
sonidos”. Sino en el uso de los materiales y
de la cámara. En este sentido, la relación
entre cine y poesía no es el resultado de la
traducción en imágenes de un poema,
o la traducción en palabras de las imágenes
cinematográficas, sino el efecto autónomo
que deviene de una determinada lectura.
Al decir de Tarkovski, lo que hace único a
la poesía y al cine: es el “milagro”
del tiempo esculpido, la presentación de hechos
inmersos en él y cambiados por él. Imágenes
que no sólo viven en el tiempo, sino en los
que el tiempo vive dentro de ellos. Los textos seleccionados
que componen esta muestra de poesía argentina
relacionada con el cine, trata de ser un intento significativo
por cristalizar la aproximación y el intercambio
entre ambos discursos artísticos. Los poetas
seleccionados intentan a través de estos textos,
poner en yuxtaposición dos códigos distintos
que aparentemente son irreconciliables. Los mismos
reconocen a través de sus poemas la presencia
del mundo del cine: sus técnicas, su historia,
los distintos géneros, sus salas, los diferentes
films, los actores y actrices, personajes inolvidables,
sus mitos, los grandes directores, o determinadas
escenas, Y donde éste ha sido y es un eficaz
estímulo a imaginación poética.
En cierta forma esta selección, también
es una defensa del cine como importante “fuente
de inspiración”, de una parte de la poesía
argentina contemporánea. También el
de aportar información para los lectores interesados,
no sólo en la poesía, sino en el arte
cinematográfico.
De hecho, creo, esta es la primera
antología de poesía argentina relacionada
con el cine. Y espero no sea la última.
Sin embargo, hay otras que se adelantaron: en habla
inglesa la ambiciosa y erudita de 1993 de Ken Wlaschin
y Philip French, The Faber
Book of Movie Verse. En 1995 La Editorial Colmillo
Blanco publica en Lima,
Un año con trece lunas. El cine visto por poetas
peruanos. Dos años después, en
1997, Ángel Miquel publicó
Los poetas van al cine (70 poemas de autores
mexicanos). Y la última (al menos hasta donde
llega mi información), Viento
de cine (El cine en la poesía española
de expresión castellana. Editada por
Hiperión en el año 2002. Y ahora (2011)
Poesía y cine, cine y poesía dialogan
a lo largo de un siglo, dentro del amplío y
rico mapa de la poesía argentina. En una relación
casi no investigada en nuestro país. 42 poetas,
y 80 poemas, algunos de ellos conocidos, y otros no
difundidos como se merecen. No hay dudas de la incidencia
que ha tenido el fenómeno cinematográfico
en muchos poetas argentinos, pero que nunca lo mencionan
en sus textos. De ahí que esta antología,
se ha limitado sólo a recopilar poemas que
expresamente tienen al cine como referencia fundamental.
Y a pesar que no figuran algunos nombres, por la sencilla
razón de no haber escrito (al menos expresamente)
algún poema que haga referencia al cine, podemos
encontrar otros, que incluso han dedicado libros enteros,
considerables secciones de su obra, o simplemente
algunos poemas, producto de su inagotable fuente de
resonancias sentimentales y/o culturales. Se ha tenido
en cuenta, además del inevitable gusto personal,
el hecho de tratar de evitar repeticiones sobre algunos
de los aspectos que hacen al mundo del cine.
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