“Siempre
es difícil, arriesgado, determinar el
límite del erotismo;
tan arriesgado como hablar del límite
de la poesía”.
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Daniel
Rodríguez Mujica
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COPLA
¿Qué tienen, niña, tus labios,
que cada vez que los miro
siento con sorpresa grande
que se me estiran los míos.
Estanislao del Campo
EL AMOR
Es llorar y es gozar; rabia y ternura
delirio que a prudencia se parece,
una hoguera encendida que más crece
mientras más se resiste a la bravura.
Un amante es enfermo que no cura,
pero con sus mismas llagas se envanece,
la soledad le agrada y le entristece.
El tiempo es corto y largo, tarda y dura
se halla solo en la estancia concurrida;
si se le habla responde fastidiado,
no hay cosa que no vea parecida
al objeto que causa su cuidado.
¿Qué es el amor, se pregunta? Yo concluyo:
vivir un alma en cuerpo que no es tuyo.
Juan Crisóstomo Lafinur
MODERNA
Yo danzaré en la alfombra de verdura,
ten pronto el vino en el cristal sonoro,
nos beberemos el licor de oro
celebrando la noche y su frescura.
Yo danzaré como tierra pura,
como la tierra yo seré un tesoro,
y en darme pura no hallaré desdoro,
que darse es una forma de la Altura.
Yo danzaré para que todo olvides
y habré de darte la embriaguez que pides
hasta que Venus pase por los cielos.
Más algo acaso te será escondido,
que pagana de un siglo empobrecido
no dejaré caer todos los velos.
Alfonsina Storni
BALAÚA
De oleaje tú de entrega de redivivas muertes
en el la maramor
plenamente amada
tu néctar piel de pétalo desnuda
tus bipanales senos de suave plenaluna
con su eromiel y zumbos y ritmos y mareas
tus tús y más que tús
tan eco de eco mío
y llamarada suya de la muy sacra cripta mía
tuya
dame tu balaúa.
Oliverio Girando
CUERPO
Como pájaro que es,
mi dedo tiene un nido
en el puntito de hierba
de tu lunar escondido.
Corretea por tus brazos
pica tu labio florido,
y silba de un seno a otro
la dicha de su silbido.
Agua tiene en el hoyuelo
de tu botoncito hundido.
José Pedroni
TANKAS I
Alto en la cumbre
todo el jardín es luna,
luna de oro.
Más precioso es el roce
de tu boca en la sombra.
Jorge Luis Borges
AMANTES
una flor
no lejos
de la noche
mi cuerpo
mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío.
Alejandra Pizarnik
LA ERÓTICA
(fragmento)
Tuve un segundo encuentro en el Tuyú
junto al mar que bramaba como un toro
y en cierto mediodía de salitre.
Acostado en las algas vi al Amor
doble y uno en su forma de andrógino admirable:
la parte del Varón (crines y bronces)
y la de la Mujer (plumas y rosas)
buscaban la unidad en un abrazo
de dos metales puestos en crisol.
Y digo que, a mi vista, la región de la hembra
se iba trocando en la región del macho
y la del macho en la de la mujer,
las crines y las plumas en fusión,
los bronces y las rosas confundidos,
hasta no ser ni el macho ni la hembra,
sino los dos en uno y en ninguno.
Con el primer encuentro se puede hablar de Amor:
con el segundo nace la Erótica infinita.
Leopoldo Marechal
El amor es un asunto de entrañas. Un vértigo
sagrado
en el follaje glandular.
Cuando un pecho calza en otro pecho,
cuando una mirada entra milenariamente en otra
todo el universo se ajusta.
Entonces la gloria es una cama
unas sábanas que tienden el misterio.
Leda Valladares
CEREMONIA RECURRENTE
El animal totémico con sus uñas de
luz,
los ojos que junta la oscuridad debajo de la cama,
el ritmo misterioso de tu respiración, la sombra
que tu sudor dibuja en el olfato ,el día ya
inminente.
Entonces me enderezo, todavía batido por las
aguas
del sueño,
vuelvo de un continente a medias ciego
donde también estabas tú pero eras otra,
y cuando te consulto con la boca y los dedos, recorro
el horizonte de tus flancos
(dulcemente te enojas, quieres seguir durmiendo, me
dices
bruto y tonto,
te debates riendo, no te dejas tomar pero ya es tarde,
un fuego
de piel y de azabache, las figuras del sueño)
el animal totémico a los pies de la hoguera
con sus uñas de luz y sus alas de almizcle.
Y después despertamos y es domingo y febrero.
Julio Cortázar
ORACIÓN
Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar...
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera
en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.
Juan Gelman
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