Introducción
La consolidación de un movimiento, una estética,
un lenguaje, está determinada por factores tanto
coherentes como también curiosamente azarosos.
Y, en su evolución, el camino que va trazando
un estilo (un derrotero a veces impredecible e imprevisible)
generará nuevas estructuras, algunas con destino
de cristalizarse, otras de dividirse, para formar diferentes
vertientes que, en ciertos casos, quedarán estancas
y, en otros, proliferarán en sentidos diversos.
Puede observarse dicho fenómeno en la música
desde sus antiguos orígenes, y con sus múltiples
derivaciones, actualmente potenciadas por la amplia
posibilidad de difusión masiva, tanto en lo relativo
a su historia cronológica como a su expansión
territorial. En ninguna época de la historia
como en la actual, por ejemplo, un melómano chino
podría estar sentado cómodamente en su
casa escuchando una versión de la Misa de Notre
Dame, de Guillaume de Machaut, compuesta alrededor de
1320.
En la formación del estilo conocido como jazz,
(también en estas épocas con sus fronteras
cada vez más lábiles y permeables), allá
entre los años 1915 y 1920, intervinieron encuentros
y desencuentros entre los compositores del blues, el
gospel, las marchas, las primitivas danzas africanas
(citadas en el artículo anterior) y el ragtime.
Y ahora enfocaremos, en ese instante previo, a la figura
de Scott Joplin sobre el cual se articula un punto crucial
en la historia de la música estadounidense.
Sección A
Scott Joplin nace en Texarcana, el 24 de Noviembre
de 1868. Su padre, que había sido antiguo esclavo,
tocaba el violín. Su madre cantaba y ejecutaba
el banjo. También sus hermanos cantaban y componían
y, ya desde pequeño, Joplin tocaba la guitarra
y la corneta. A los 11 años descubre casualmente
un piano, en la casa de un vecino, y queda fascinado
por él. Al verlo desarrollar una habilidad especial
con ese instrumento, un profesor de música se
ofrece a darle clases gratuitas. Allí aprende
lectura musical, piano y armonía, y se familiariza
con algunos compositores clásicos del XIX. Recordemos
que para esa época, en Europa, aún vivían
Brahms, Liszt, Wagner, y Verdi, entre otros. Chopin,
que había revolucionado la escritura pianística,
había muerto 19 años antes. Debussy, unos
de los padres de la música contemporánea,
tenía solamente 6 años.
Cuando fallece su madre, en 1882, Joplin tenía
14 años y, ante la obligación impuesta
por su padre de seguir una profesión, decide
abandonar el hogar familiar para entregarse de lleno
a su porvenir musical.
Sección B
Durante los años siguientes recorrió
el valle del Mississippi, tocando en burdeles, cafés
nocturnos, vaudevilles, salones y exposiciones. Y, en
contacto con toda clase de instrumentistas, cantantes,
de los más variados géneros, absorbió
los patrones musicales que luego serían la base
de su inspiración. Era el lugar preciso: el ragtime
estaba naciendo, según apunta un historiador
“como un encuentro clandestino de dos culturas”.
Si bien la estructura formal, el plan armónico,
las escalas musicales usadas, provenían de la
música “blanca”, el ritmo, el “andar”
del ragtime, su polirritmia (superposición simultánea
de diferentes patrones rítmicos) provenía
de la cultura negra.
Sobre este basamento, Joplin construirá su particular
lenguaje, inédito, original y proyectado hacia
donde nunca logró llegar.
En 1885 se asienta en Sedalia, para intentar vivir
como músico y compositor. Sus primeras publicaciones
fueron algunas canciones, marchas y valses, obras previas
a sus principales composiciones. Allí forma una
orquesta, donde toca el piano y también la corneta.
Con esa formación se presenta en la Exposición
Universal de Chicago, en 1993.
En los barrios bajos de esa ciudad proliferaban los
pianistas de diferentes estilos, se realizaban concursos
de ragtime y el público masivo comenzaba a familiarizarse
con este nuevo tipo de música.
De regreso en Sedalia, estudia en una universidad para
negros, perfeccionando sus conocimientos de armonía,
contrapunto y composición.
En 1899 se edita el que será su más famoso
rag: Maple Leaf Rag,
y vende miles de copias, lo que le permite llevar una
vida más deshogada y dedicarse a seguir escribiendo.
Hacia 1906 se traslada a Chicago y, finalmente, en 1909
se establece definitivamente en Nueva York.
Entre los años 1896 y 1914 Joplin compondrá
y publicará 32 rags, 5 valses, 5 marchas, 1 habanera,
7 rags en colaboración con otros compositores,
1 rag que pertenece a Joseph Lamb, (y se edita con arreglo
de Joplin), y 1 atribuído a su autoría.
Otro rag se editará meses después de su
muerte.
También figuran en la lista un puñado
de canciones, 6 ejercicios para piano en ritmo de ragtime,
el ballet The Ragtime Dance,
la ópera A Guest
of Honor, y su obra maestra: Treemonisha.
Sección A
Ya asentado en Nueva York, y viviendo con su segunda
mujer, Lottei, se dedica de lleno a componer en su más
ambicioso proyecto: Treemonisha,
una ópera basada en una fábula de la cultura
negra. Trabajará sin descanso, casi obsesionado,
sin ayuda, diseñando y copiando él mismo
todas las partes de la orquestación. Al mismo
tiempo, comienza a sentir los primeros síntomas
de su enfermedad: la sífilis, que se irá
agravando a medida que transcurren los años.
En 1902 Joplin ya había escrito un ballet: The
Ragtime Dance. Una coreografía de alrededor
de 20 minutos, con narración incluida, basada
en los ritmos bailables de la raza negra. Pero al no
ser un suceso en ventas, en parte debido a su duración,
su editor, John Stark, se negó a volver a editar,
en 1903 su ópera A
Guest of Honor. Aunque según testimonios
esta obra llegó a estrenarse, quedó finalmente
olvidada.
Ante la nueva negativa de Stark respecto de Treemonisha,
el mismo Joplin financia su edición, en
1911 (se convertirá en la primer ópera
negra editada). Pero ante la ausencia de productores
que aportaran lo suficiente para la representación
de la obra, él mismo debió hacerse cargo
de las tareas de producción. Finalmente sólo
pudo llegar a presentarla con él mismo tocando
el piano y sin decorados.
La obra, estrenada en 1915, fue recibida con frialdad
por el público, en su mayoría negros de
clase media, lo que sumió a su autor en una gran
depresión por el fracaso. Comenzó a sufrir
trastornos mentales y falta de coordinación física.
Enfermo de “dementia paralytica cerebral”,
originada por la sífilis, muere el 1 de Abril
de 1917.
Trío (Sección
C)
Toda música, de cualquier momento histórico
o lugar de donde provenga, estará siempre ligada
a una funcionalidad determinada. Desde un canto de guerra,
o de fútbol, una misa, publicidades, rituales,
conciertos, bailes sociales, etc, las más variadas
propuestas estéticas pueden tener como factor
común el ser un hecho artístico. Hasta
las obras basadas en la pura resolución de cálculos
y proporciones en su construcción: Stravinsky
dijo algo como “Cuando compongo una obra no me
preocupa como va a sonar sino qué problema tengo
que resolver”.
La función social del ragtime primitivo, un
baile de las fiestas de los negros, va mutando cuando
en su desarrollo musical se convierte en piezas para
ser escuchadas (aunque, como alguien escribió,
“el baile es otra forma de escucha”, ya
que no solo se escucha con el oído). Pero ya
los elaborados rags de Joplin eran más adecuados
para los salones. Una música para ser estudiada,
reproducida y comprendida. No había lugar para
la improvisación: al mismo Joplin eso no le interesaba.
Como un compositor académico, concebía
a la música como un arte escrito, no improvisado.
Desechando el popurrí, muy común en los
intérpretes de ragtime, él diferencia
una obra de otra, ya que en sí misma cada una
“resolverá un problema distinto”.
En los primeros rags trabaja con la forma básica
de la estructura del ragtime:
Sección A (con repetición)
Sección B (con repetición)
Sección A (sin repetición)
Sección C (Trío) (con repetición)
Sección D (con repetición)
Esta forma musical es derivada de la marcha (ver Maple
Leaf Rag de 1899, The
Cascades, de 1904, The Entertainer de 1902) Sin
embargo, comienza paulatinamente a modificar ese plan
formal. En Palm Leaf Rag
de 1903, ya la Sección D estaba reemplazada
por la reexposición de la sección A.
También comienza a hacerse notorio el contraste
de texturas, melodías, y de plan armónico
entre las diferentes secciones de la pieza, especialmente
en la sección del trío, recurso proveniente
de la música académica. (The
Sycamore, de 1904, lleva el subtítulo
A Concert Rag).
Un valioso ejemplo de esto lo constituye Gladiolus
Rag, donde el material, sensiblemente desarrollado,
recuerda el trabajo de Chopin en sus Nocturnos para
piano.
Más adelante, en su novedoso
Euphonic Sounds de 1909, las secciones se suceden
en un orden A-B-A-C-A, una estructura similar a la forma
rondó, usada en la música académica.
En esa misma pieza hay contrastes de textura, modificaciones
y modulaciones armónicas, impensadas e impredecibles
para el estilo, que la convierten en un rag de forma
experimental.
En su ópera Treemonisha,
emplea el Sprechstimme, un recurso vocal donde
los sonidos son articulados medio hablados y medio cantados.
Si bien esta técnica aparece en una ópera
de E. Humperdinck en 1887, está más asociada
a la música del siglo XX, A. Schoenberg la usó
en su Pierrot Lunaire (1912), obra que Joplin necesariamente
no había conocido.
Cada pieza escrita por Scott Joplin era, en sí
misma, una invención melódica, formal,
armónica o tímbricamente particular. Cada
una con una resolución musical propia, y diferente.
Solace, de 1909,
incursiona en el estilo de la habanera. Éste
era un ritmo originado en Cuba por la inmigración
africana, que se traslada a España, para luego
volver a Centroamérica. De la habanera también
toma su base rítmica el tango, (en España,
a las piezas con ritmo de habanera se las llamaba indistintamente
“habanera” o “tango”). Vale
la pena observar que el tango es contemporáneo
del ragtime, (el primer tango editado en Bs As es “Bartolo”,
de autor anónimo, en 1900) y comparte con él
algunos rasgos musicales, y también sociales.
El trabajo que Joplin aplica al ragtime puede comparase
con el de Bach con las fugas: sobre un modelo establecido
hizo de cada una de ellas una muestra original y a la
vez fiel a su lenguaje. Para cada caso “una solución
diferente”.
Sección D
No quedan dudas de las intenciones de Joplin: en él,
el ragtime, las danzas negras de diversa índole
y procedencia, su rica experiencia en el Mississippi,
el blues,el ballet, y todo lo desarrollado a través
de sus estudios de música clásica fueron
coagulando un estilo amplio, con piezas trabajadas al
detalle, como a cincel; un sonido propio y contundente.
Él vislumbraba el futuro del ragtime por un camino
de música sinfónica. De la música
negra, despreciada por los blancos con el mote de “vulgar”,
había construido un arte sofisticado, aun a costa
de la pérdida de su entidad étnica, lo
cual le permitió ser aceptado por todos los estadounidenses.
Fue el primer intento orgánico y fundamentado
de crear una verdadera música nacional.
Por diversas causas -sociales, musicales, y también
a veces curiosamente azarosas- la ruta se desvió
hasta formarse el primer jazz, de la mano de Jelly Roll
Morton primero, o James P. Johnson, y de creadores como
Armstrong, entre otros, de 1915 en adelante.
Pero seguramente ninguno de ellos olvidó nunca
cuáles habían sido sus orígenes.
(Morton admitió una vez que la raíz de
todo lo que él había desarrollado provenía
de Joplin y son conocidas sus versiones de los rags)
Coda
John Philip Sousa, (famoso autor de marchas) dijo luego
de una exitosa gira por Europa: “El ragtime es
un rasgo bien establecido de la música estadounidense;
nunca morirá”. El Music Trade Review comentó:
“Las opiniones de Sousa respecto a la permanencia
del “”ragtime” (,,,) difícilmente
encontrarán la aprobación de quienes trabajan
honestamente por el desarrollo de la música del
país” .
El artículo estaba admitiendo la sensación
de inferioridad en materia musical en que se encontraba
EEUU, ya que también decía: “cuando
la república de los Estados Unidos haya existido
tantos siglos como el reino de Inglaterra, podrá
producir compositores tan eruditos como Sir C:H: Parry
o Sir Frederick Bridge”. Pero advertía
que el ragtime no era un rasgo significativo de la música
estadounidense, ya que no provenía de allí.
Y volvemos al comienzo del artículo. Por múltiples
causas, algunas lógicas y otras caprichosas,
las vueltas de la historia esquivaron la posibilidad
de que la música estadounidense fuera descendiente
de la creada en Inglaterra o Europa. El jazz estaba
destinado a convertirse su música popular por
excelencia, y exportó su lenguaje al resto del
mundo, fusionándose a su vez con otros ritmos
y lenguajes.
Los compositores académicos notables en los
EEUU en alguna u otra medida metabolizaron también
sus influencias.
Scott Joplin ya no estaba. Pero su trabajo había
sido hecho. |